09.06.2021, Jena
La escritora neuquina Silvia Mellado recibió el primer premio del certamen de poesía nacional Alfonsina Storni 2021 auspiciado por el Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
El Premio de Poesía Storni 2021 para obras inéditas en su primera edición convocó a 2200 escritores de todo el país. El jurado, integrado por Estela Figueroa, Osvaldo Bossi y la gran poeta patagónica Graciela Cros seleccionó como ganadora la obra de Mellado “Cantos limayos”. En su dictamen el jurado señaló que la poesía de Mellado se caracteriza por “la precisión de la lengua que, entregada a las distintas formas del paisaje, nos ofrece la visión de otro mundo, que es éste”.
Mellado nació en Zapala, Neuquén en 1977. Es doctora en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, investigadora del CONICET y profesora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén. En 2015 fue investigadora visitante en la Universidad Friedrich Schiller de Jena, Alemania.
La autora publicó los libros de poemas Celuloide (2005), Acetato (2009), moneda nacional (2012) Pantano seco (2014), La ficción de la poesía (2019) y muchos de sus poemas integran antologías nacionales. Además publicó el libro de ensayos La morada incómoda: estudios sobre poesía mapuche: Elicura Chihuailaf y Liliana Ancalao e importantes textos académicos. En 2021 el Consejo Deliberante de Zapala la ha declarado ciudadana Ilustre de la Ciudad (http://www.zapala-noticias.com.ar/home.htmlExternal link).
Desde la FSU Jena felicitamos por este merecido premio a Silvia Mellado quien a través su escritura, estudio e investigación aporta a la literatura importantes perspectivas desde la Patagonia argentina.
Nota en el diario La Nación https://www.lanacion.com.ar/cultura/tres-mujeres-ganaron-el-premio-nacional-de-poesia-que-homenajea-a-alfonsina-storni-nid28052021/External link
Piba de Zapala, un poema de Silvia Mellado
De chica era una guacha,
machona, según las viejas.
Con su cara negra, regordeta y con pecas
era la que más rápido corría,
a la que no le importaba
que se le movieran los pechos
y nunca le daba vergüenza vociferarles
los cuernos de vuestros padres
a ninguno en la cara.
Su boca era la cloaca más temida del barrio
porque era un loudspeaker
de los chismes y calumnias.
El tiempo pasó por ella
como una máquina
de aplanar tierra.
La vi mucho tiempo después
flaca y con los ojos sin chiste
cargando un bebé desnutrido
al que le ponía los soquetes tan chiquitos
que le estrangulaba las piernas.
(Acetato, 2009)