Prensa

16.04.2020, Guadalajara

No cabe duda alguna que el sistema global ha entrado en una profunda crisis, causada por la pandemia y que inequívocamente va a marcar una época. Va más allá de un tema de salud debido a las repercusiones tan variadas y complejas. Crisis como estas, son procesos en los que las constelaciones sociales, económicas, culturales y políticas se sacuden, se quiebran y se transforman. Es por esta convicción que el Centro de Estudios Latinoamericanos AvanzadosExternal link, que fue fundado con el propósito de estudiar las estrategias del manejo de crisis en y desde América Latina, vemos como nuestra responsabilidad enfrentar este nuevo desafío y acompañarlo críticamente.

Partimos de dos observaciones básicas: Primero, aunque el discurso inicial refería que el virus no distingue entre clases sociales, género y colores, la pandemia afecta particularmente a los más vulnerables: a los mayores, a aquellos con una salud quebradiza y con enfermedades preexistentes. Sin embargo reconocemos también las diferencias locales de la pandemia y las formas en que las distintas regiones afrontan el virus. Segundo, ya se ha hecho cotidiano constatar la incapacidad de los sistemas de salud nacionales para absorber las avalanchas de enfermos que llegan en estados críticos a los hospitales.  

Las medidas de emergencia han sido transitorias, a partir de reacciones circunstanciales, en espera de ganar tiempo hasta que llegue una vacuna o un tratamiento efectivo. Hace falta entonces que se avance hacia nuevas configuraciones sociales y económicas a nivel estructural, que efectivamente marquen un antes y un después de la pandemia. Por lo anterior, habría que concentrar nuestra pericia analítico-propositiva en varios ejes:

• Para estar mejor preparados ante próximas crisis resulta crucial dedicar en el futuro suficientes recursos al bien común. El objetivo debe ser construir una estructura pública lo más universal posible, mediante una inversión masiva en infraestructura sanitaria, así como en cuidados preventivos, educación, protección social, servicios básicos, transporte y el fortalecimiento de las zonas urbanas y rurales.
• Este nuevo enfoque incluirá una transformación social y ecológica de la economía, de manera que también tenga en cuenta los impactos del cambio climático y las prácticas erráticas de las políticas de desarrollo basado en la colonialidad del poder y la sobre-explotación de la naturaleza. Una mayor sustentabilidad requiere también el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas que operan en las economías locales, así como el intercambio económico equitativo entre las regiones.
• Para llevar a cabo estas transformaciones, es necesario que los Estados sean requeridos a revisar y mejorar el financiamiento de sus erarios. En las sociedades altamente fragmentadas de América Latina, se deben implementar prácticas tributarias justas, de manera que los individuos y las empresas más ricas de cada pais aporten lo que les corresponde para llegar a un mayor equilibrio en la carga pública.

El CALAS acompañará este proceso de transformación. Un primer paso será convocar una beca de investigaciónExternal link para realizar un balance inicial de los efectos de la crisis sanitaria sobre las marcadas desigualdades sociales en América Latina. También apoyaremos, a través de nuestras publicaciones y espacios de reunión, a la cooperación internacional de investigadoras e investigadores, para sistematizar el análisis de expertos sobre los impactos regionales y las formas en que diversos actores con sus puntos de vista se han enfrentado a esta nueva crisis. Abrimos nuestros espacios para el diálogo e intercambio entre diferentes voces, tanto de la academia, como de las instituciones y de la sociedad civil en general, a fin de progresar en la implementación de medidas dirigidas a afrontar la crisis del Covid-19.